Después de un finde cargado de emociones —cometas con formas imposibles en la playa 🪁, pedidas de mano en pleno desierto 💍y lluvias de PRs 🏅— llega la hora de otra ruta de Family Points Recovery 🧑🧑🧒🧒
La propuesta: una ruta de casi 100 kilómetros sin puertos… o eso dicen. Porque aunque no hay subidas con nombre y apellidos, el desnivel se las trae: 1200 metros que van haciendo mella en silencio, como quien no quiere la cosa.
Empiezas contento, rodando a gusto, y piensas: “¡Qué llano más majete!”. Pero de pronto, ¡zasca!: Pedrizas. Te lo comes con una sonrisa forzada, coronas y piensas que ya está. Error. Lo que viene después es un menú degustación de sube-baja-sube-baja que ni el mejor chef de montaña.
Y cuando crees que ya lo has vivido todo... ZAS otra vez: El Mortirolo versión comanche. No está en los mapas, pero se instala en tus cuadriceps como si pagara alquiler 😬
Y para rematar, el gran final: Madroños. 2,5 kilómetros de repecho que te invitan a reflexionar sobre tus decisiones en la vida… en completo silencio, claro, porque hablar ya no puedes 😙
Pero tranqui, no todo es tortura: los paisajes son una pasada, las risas en la grupeta están aseguradas, y esa satisfacción final de haberlo dado todo hace que cada subida (aunque no se llame puerto) valga la pena. Al acabar, las piernas temblarán, pero el corazón vendrá lleno 🥰
Así que... ¿nos vemos el sábado?